Sustentabilidad en la práctica

Conocimiento para transformar el futuro

Crear química para un futuro sustentable es el propósito de BASF y, por eso, la empresa apoya iniciativas que contribuyen con ese objetivo. Con ese pensamiento, la Fundación Espacio Eco, instituida y mantenida por la compañía, desarrolló un entrenamiento para el uso de RenovaCalc, calculadora de intensidad de carbono en la producción de combustibles renovables, aplicable a etanol, biodiesel, bioqueroseno y biometano.

La calculadora evalúa emisiones de gases de efecto invernadero en las diferentes etapas del ciclo de vida de los biocombustibles y hace parte del programa RenovaBio, del gobierno federal, previsto para entrar en operación plena a partir del 2020.

RenovaBio proporciona una contribución importante para cumplir con los compromisos determinados a nivel nacional de Brasil en virtud del Acuerdo de París; promueve la expansión de los biocombustibles en la matriz energética, con énfasis en la regularidad del suministro de combustible; y asegura la previsibilidad para el mercado de combustibles, lo que lleva a ganancias de eficiencia energética y a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en la producción, comercialización y uso de biocombustibles.

“Todos los días recibimos dudas sobre el uso de la calculadora y, por eso es la importancia de un entrenamiento para tener buenos resultados con el programa” comenta Marília leda da Silveira Folegatti, investigadora de evaluación del ciclo de vida de la Empresa Brasileira de Investigación Agropecuaria (Embrapa). “En los primero 10 años RenovaBio debe reducir la emisión de gases de efecto invernadero en un 10,1%. Esa meta será evaluada y tendrá que ser cumplida por las distribuidoras”, explica.

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Hasta mayo de 2019, la Fundación Espacio Eco realizó cinco ediciones del curso, con 187 participantes. “Desarrollamos el entrenamiento en asociación con Embrapa, y el ayuda a todos los participantes a llenar la calculadora con seguridad”, agregó Michelle Tereza Scachetti, analista de sustentabilidad aplicada a la Fundación Espacio Eco.

Para Marcelo Moreira, socio de Agroicone, empresa responsable por la capacitación para el uso de esta calculadora, los cursos fueron una iniciativa importante para aproximar a los productores y mostrar que las exigencias de RenovaBio para la certificación son accesibles para las plantas de energía, mejorando los procesos, la gestión de riesgos y las relaciones con los proveedores, con beneficio de mejorar la rentabilidad. “Todas las ediciones del curso tuvieron gran acogida, y como resultado, percibimos que hubo un fuerte compromiso entre las plantas de energía en el proceso de certificación”, explica.

Usando la calculadora, se asignan diferentes grados a cada productor e importador de biocombustible, inversamente proporcional a la intensidad de carbono del biocombustible producido. La nota refleja con precisión la contribución individual de cada agente productor para mitigar una cantidad específica de gases de efecto invernadero en relación con su sustituto fósil (en términos de toneladas de CO2 equivalente).

Las distribuidoras de combustibles deberán comprobar el cumplimiento de metas individuales compulsorias por medio de la compra de Créditos de Descarbonización (CBIO), activo financiero negociable en bolsa, derivado de la certificación del proceso productivo con base en los respectivos niveles de eficiencia alcanzados en relación con sus emisiones.

Los productores e importadores de biocombustibles que se unan voluntariamente al programa podrán comercializar estos créditos de esta producción certificada. Los distribuidores de combustible cumplirán con el objetivo individual obligatorio anual al demostrar la propiedad de los CBIO en su cartera.