Sustentabilidad en la práctica

Juntos por un ciclo más sustentable

Im Werksteil Friesenheimer Insel des BASF-Verbundstandorts Ludwigshafen stehen 50 Tanks, die die Produktionsanlagen mit Einsatzstoffen versorgen. Auf seinem Kontrollgang im Tanklager hat der BASF-Mitarbeiter Dehset Karinca eine festgelegte Route.

The Friesenheim Island section of BASF’s Verbund site in Ludwigshafen is home to 50 tanks that supply the production facilities with feedstocks. BASF employee Dehset Karinca follows a set route as he carries out an inspection of the tank storage facility.

Reforzar la sustentabilidad en la cadena de suministro es un desafío tomado en serio por BASF. Con esta idea, el programa Together for Sustainability (TfS) se inició en 2011. La iniciativa, desarrollada con otras cinco industrias químicas, fomenta buenas prácticas, como las utilizadas por la empresa Schütz Vasitex, que suministra embalajes industriales. Actualmente, 21 compañías son miembros del TfS.

“Siempre extrapolamos los requisitos, normas y determinaciones para licenciamiento de nuestras actividades industriales, buscando, por encima de todo, promover la sustentabilidad", explica Luiz Francisco da Cunha, director ejecutivo de la empresa.

El objetivo del TfS es evaluar y mejorar el desempeño de sustentabilidad de los proveedores de la cadena química. Ellos son evaluados a través de cuestionarios o auditorías estandarizadas entre los miembros del TfS. De ser necesario, se establece un plan de acción para mejorar sus prácticas de gestión, medio ambiente, salud y seguridad, condiciones de trabajo, derechos humanos y gobernanza.

Siguiendo estos preceptos, Schütz Vasitex ofrece un sistema por el cual es posible acompañar todo el ciclo de vida del embalaje. Así, los contenedores con capacidad para mil litros, denominados IBCs, son fabricados, enviados a BASF, envasados y enviados a los clientes. Todos los contenedores poseen una identificación individual (un número de serie), que permite el seguimiento vía software de todo su trayecto. De esta manera, es posible saber en qué momento deja la fábrica de BASF y cuando llega hasta el cliente.

Después de vaciados, los contenedores son recogidos. Después de esa fase, los IBCs que quedaron intactos son separados para la limpieza y regresan a BASF para ser reutilizados. Los que fueron dañados son triturados y transformados en nuevos. De esta manera, un solo recipiente puede volver a la línea de producción innumerables veces. En 2017, BASF utilizó 45.649 unidades que siguieron ese camino.

Los procesos de refabricación y rastreo de los IBC resultaron en un ahorro del 15% al 20% en el costo de adquisición de un nuevo envase. Una de las unidades de BASF que más utiliza el sistema desarrollado por Schütz Vasitex es el Complejo Industrial de Pinturas y Barnices, en São Bernardo do Campo, en São Paulo, donde se producen pinturas automotrices y pinturas inmobiliarias, incluyendo las marcas Glasurit y Suvinil.

De enero a diciembre de 2016, debido al reaprovechamiento de envases, se logró un ahorro de 226,8 toneladas de acero y de 86,4 toneladas de plástico. También se constató una reducción de 540,2 toneladas en la emisión de gas carbónico (CO2).

Por los resultados de la adhesión al TfS, Schütz Vasitex fue reconocida con el Premio BASF de Excelencia a los Proveedores en el segmento de envases. Entre los diferenciales de la empresa está el uso consciente del agua. “Almacenamos el agua de lluvia de toda el área de la fábrica. Cerca del 75% de las aguas industriales consumidas en los procesos proceden de esta colecta y de nuestro sistema de reutilización”, explica Cunha.