Sustentabilidad en la práctica

Un futuro más verde

Basf Planta Guaratinguetá

Verdes aroeiras (pimentero brasileño), tucanes e ingás hacen sombra en las márgenes del río Paraíba do Sul, en Guaratinguetá, en el interior de São Paulo. Árboles nativos de la Mata Atlántica que volvieron a crecer en la región gracias al proyecto Mata Viva® de BASF, que comenzó en 1984 en el Complejo Químico localizado allí.

Inicialmente, el Mata Viva® fue desarrollado para atender a la ley ambiental, que exigía la recuperación de 100 metros de ancho del bosque de ribera, la porción que queda exactamente a las márgenes del río Paraíba do Sul. «BASF, sin embargo, en acción voluntaria, ya ha recuperado, en promedio, 300 metros», dice Mariana Sigrist, consultora de Protección Ambiental y coordinadora del proyecto desde 2010. A lo largo del tiempo, la restauración del bosque también fue implementada en otras áreas del Complejo Químico, alcanzando las actuales 132 hectáreas de cobertura verde.

Desde el inicio del programa, más de 269 mil mudas de diferentes especies - en promedio, 136 - han sido plantadas. Entre ellas están la croton urucurana, angico, aroeira, el tucaneiro y el ingá. Ellas sustituyen a árboles exóticos invasores, como la leucena y santa-bárbara, que impiden el desarrollo de la vegetación nativa e inhiben la regeneración natural de la floresta. “Hay también el jambolán. En este caso, la copa exuberante forma una cabaña, lo que dificulta el crecimiento de otras especies”, explica Paulo de Oliveira, que estuvo involucrado desde el principio del proyecto y actualmente es dueño de la empresa Reverde, aparcera de BASF que opera las acciones de manejo florestal.

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Alentando aún más el aumento de la biodiversidad local, BASF ha creado el Plan Director Forestal, que prevé la plantación de 55 mil mudas de árboles para 2020. La conservación de estos recursos naturales es imprescindible para garantizar la sostenibilidad y la perennidad del bosque, y está alineada a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) - promover la industrialización inclusiva y sostenible (ODS 9), tomar medidas urgentes para combatir el cambio climático (ODS 13) y proteger el uso sostenible de los ecosistemas terrestres (ODS 15).

A través de una encuesta realizada por la Fundación Espacio ECO® (FEE®) - la consultoría para la sostenibilidad establecida y mantenida por BASF desde 2005 - ha sido posible cuantificar un inventario de 33.500 toneladas de carbono en la floresta. Si este elemento estuviese en la atmósfera, podrían generarse impactos en la salud humana, en la agricultura y en las infraestructuras de las ciudades a un costo de R$ 4,4 millones.

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Expansión para clientes

En 2008, bajo la supervisión de FEE®, el proyecto ha sido ampliado también para clientes de diversas regiones de Brasil, siendo principalmente, cooperativas, empresas agrícolas y productores. Desde entonces, se ofrece un servicio de recuperación del bosque de ribera para determinados aparceros. Hasta el año pasado, el programa ya había atendido a 27 clientes en 153 municipios de nueve estados brasileños. Sumando estas acciones con la restauración del Mata Viva® en Guaratinguetá, BASF ya promovió la restauración de aproximadamente 702 hectáreas con la plantación de más de 1,12 millones de mudas de árboles.

“Todo lo que estamos hablando han sido acciones voluntarias. Es mucho de nuestro origen, de nuestros valores. En mi opinión, es una señal muy clara de que BASF no crea sólo un proyecto, sino también una institución con profesionales que tienen compromiso de generar frutos y resultados”, analiza Tiago Egydio Barreto, consultor en gestión para la sostenibilidad de la Fundación Espacio ECO®.