15 de enero de 2019
Spain

Innovaciones para una producción química respetuosa con el clima

  • BASF persigue un ambicioso programa de Gestión de Carbono, con actividades de I + D que abren nuevas posibilidades
  • La conferencia de prensa de investigación presenta cuatro proyectos innovadores para futuros procesos de producción con una reducción de las emisiones de CO2

 

Ludwigshafen – 15 de enero de 2019 – La protección del clima está firmemente integrada en la nueva estrategia corporativa de BASF. Un objetivo central de esta estrategia es conseguir un crecimiento neutro de CO2 hasta 2030. Para lograrlo, BASF optimiza continuamente los procesos existentes, reemplazando gradualmente los combustibles fósiles con fuentes de energía renovables y desarrollando procesos de producción nuevos con bajas emisiones. La compañía agrupa este trabajo en un ambicioso programa de gestión de carbono. BASF presentó sus últimos descubrimientos en este ámbito, así como productos innovadores y respetuosos con el clima, en su conferencia de prensa de investigación en Ludwigshafen el pasado 10 de enero.

“Para alcanzar los objetivos de protección del clima, será necesaria una reducción a gran escala de las emisiones de CO2. Como materia prima, el CO2 solo es adecuado en aplicaciones muy concretas y, por lo tanto, dichos usos no supondrán una contribución decisiva para frenar el cambio climático”, destacó Martin Brudermüller, presidente de la Junta Directiva y director de Tecnología de BASF SE. En las últimas décadas, la compañía ya ha reducido sus emisiones de CO2 al optimizar sus procesos de producción y aumentar su eficiencia. Desde 1990, las emisiones de gases de efecto invernadero se han bajado un 50%, pese a haber duplicado sus volúmenes de producción en el mismo período. “Lograr otra reducción significativa en las emisiones de CO2 requerirá el despliegue de tecnologías completamente nuevas, de ahí la importancia del programa de investigación y desarrollo de BASF”, anunció Brudermüller.

Por ser la química una industria intensiva en energía, que necesita para desencadenar reacciones químicas, los combustibles fósiles son su mayor fuente de CO2. Los craqueadores a vapor de BASF, por ejemplo, deben alcanzar una temperatura de 850 °C para descomponer la nafta en olefinas y compuestos aromáticos para su posterior procesamiento. Si esta energía pudiera provenir de fuentes de energía eléctrica renovables en lugar del gas natural que se usa normalmente en la actualidad, las emisiones de CO2 podrían reducirse drásticamente hasta en un 90%. BASF tiene como objetivo desarrollar el primer concepto de calentamiento eléctrico del mundo para craqueadores a vapor en los próximos cinco años. Al mismo tiempo, será necesario realizar pruebas para determinar qué materiales metálicos pueden soportar las altas corrientes eléctricas implicadas y resultan adecuados para su uso en este tipo de reactores de alta temperatura.

La producción de hidrógeno también libera volúmenes significativos de CO2, que la industria química utiliza en grandes cantidades como reactivo. En BASF, por ejemplo, se usa en la síntesis de amoníaco. El hidrógeno también será esencial para muchas aplicaciones sostenibles como portador de energía y para el  almacenamiento de la misma en el futuro. Junto con varios socios colaboradores, BASF está desarrollando una nueva tecnología de proceso para producir hidrógeno a partir de gas natural. Esta tecnología divide el gas natural directamente en sus componentes, hidrógeno y carbono. El carbono sólido resultante puede usarse potencialmente en la producción de acero o aluminio, por ejemplo. Este proceso de pirólisis de metano requiere comparativamente poca energía. Si esta energía proviene de fuentes renovables, sería posible producir hidrógeno a escala industrial sin emisiones de CO2.

 

El desarrollo de nuevos catalizadores, clave del éxito

En su calidad de producto intermedio fundamental de alto volumen, las olefinas representan un área de investigación estratégica para BASF en sus esfuerzos para desarrollar nuevos procesos de baja emisión. Las emisiones de CO2 resultantes de los métodos de producción actuales en el craqueador a vapor también podrían reducirse a través del “reformado en seco” del metano. Este proceso crea un gas de síntesis que posteriormente se transforma en olefinas a través de un paso intermedio de éter dimetílico. Por primera vez, los investigadores de BASF han descubierto una manera de hacerlo gracias a los nuevos sistemas catalizadores de alto rendimiento. Estos catalizadores de nueva generación se comercializan en colaboración con Linde. En función de la disponibilidad de materias primas y de la electricidad proveniente de fuentes renovables, este proceso podría ser un complemento o una alternativa al potencial calentamiento eléctrico de los craqueadores a vapor.

BASF también presenta un nuevo enfoque para el uso de CO2 como materia prima química: la producción de acrilato de sodio a partir de etileno y CO2. El acrilato de sodio es materia prima para la elaboración de superabsorbentes, que se utilizan en pañales y otros productos de higiene. Hace unos años, los investigadores del Laboratorio de Investigación de Catálisis (CaRLa), apoyado por BASF en la Universidad de Heidelberg, fueron pioneros en completar con éxito el ciclo del catalizador para esta reacción. Mientras tanto, los expertos de BASF han avanzado en la escalabilidad del proceso industrial y han demostrado que se puede implementar con éxito a escala de laboratorio en una planta miniaturizada. En comparación con el método de producción actual basado en propileno para superabsorbentes, en el nuevo proceso el CO2 reemplazaría alrededor del 30% de los combustibles fósiles, siempre que el proceso a gran escala demuestre ser estable y energéticamente favorable.

 

Verbund: compromiso con la investigación de vanguardia 

Los cuatro proyectos son representativos del compromiso de BASF con la investigación, que también implica ser pioneros e impulsar avances. BASF mantiene sus inversiones en investigación y desarrollo de años anteriores, que en 2017 ascendieron a 1.888 millones de euros; la cifra para 2018 se publicará en la conferencia de prensa anual a finales de febrero. 11.000 empleados de I+D en todo el mundo BASF trabajan en alrededor de 3.000 proyectos de investigación. Un elemento fundamental de la experiencia Verbund en materia de I+D es la red de colaboraciones con universidades, institutos de investigación y empresas.

 

Acerca de BASF

En BASF creamos química para un futuro sostenible. Combinamos el éxito económico con la protección del medio ambiente y la responsabilidad social. Los más de 115.000 trabajadores del Grupo BASF trabajan para contribuir al éxito de nuestros clientes en prácticamente todos los sectores de casi todos los países del mundo. Nuestra oferta está organizada en seis segmentos: Productos Químicos, Materiales, Soluciones Industriales, Tecnologías de Superficie, Nutrición & Cuidado y Soluciones Agrícolas. En 2017, BASF generó ventas por valor de más de 60.000 millones de euros. Las acciones de BASF cotizan en las bolsas de Frankfurt (BAS), Londres (BFA) y Zúrich (BAS). Para más información, visite www.basf.com.

 

Declaraciones sobre el futuro y predicciones

Esta nota de prensa contiene declaraciones prospectivas. Estas declaraciones se basan en las estimaciones y proyecciones actuales de la Junta Directiva y en la información actualmente disponible. Las declaraciones a futuro no son garantías de los desarrollos y resultados futuros que se detallan en ellas. Estos dependen de una serie de factores, implican varios riesgos e incertidumbres y se basan en supuestos que podrían no ser exactos. BASF no asume ninguna obligación de actualizar las declaraciones relativas a perspectivas de futuro que contiene esta nota de prensa más allá de los requisitos legales.

Última actualización 15 de enero de 2019