Cambiar para el clima
Aprender sobre los tiburones
¿Alguna vez te has fijado en lo rápido que se mueven los tiburones por el agua? Nosotros sí, y queríamos saber cómo. Cuando lo averiguamos, aplicamos este conocimiento a la aviación. Ahora, la tecnología de piel de tiburón, desarrollada conjuntamente con Lufthansa Technik, ayuda a las aerolíneas a ahorrar combustible y a reducir las emisiones de carbono. Llámalo inspiración natural.
La inspiración: los grandes ahorradores de energía del océano
Los tiburones son increíbles. Han existido durante más tiempo que los árboles, unos 450 millones de años. Y durante ese tiempo, han aprendido a ser nadadores increíblemente eficientes, que se deslizan por el agua con facilidad. Pero, ¿cómo? ¿Podemos aprender de ellos para ayudar a las personas a viajar de manera más eficiente y ahorrar combustible en el proceso?
La idea: lo que reveló nuestro análisis profundo
Siempre sucede que la naturaleza va un paso por delante de los humanos. Las investigaciones revelan que la piel de un tiburón tiene muchas “costillas” diminutas, que reducen la resistencia y hacen que el tiburón sea más eficiente en la natación. Así que, ¿por qué no optimizar la superficie de un avión para que emule la piel de tiburón? Ahorrar combustible y reducir las emisiones sería una victoria instantánea para la protección climática.
La innovación: todo sobre la superficie
Con nuestros socios de Lufthansa Technik, hemos resuelto el problema sin necesidad de rediseñar completamente ningún avión. Con la tecnología de la piel de tiburón se realiza una modificación simple: es una película añadida al exterior que contiene millones de “costillitas” microscópicas. El avión se vuelve más aerodinámico, utiliza menos combustible y emite menos CO2. Por ejemplo, en un avión de larga distancia de gran tamaño, se reducen más de 1.000 toneladas de emisiones de CO2 al año.
El impacto: reducir 1.170 toneladas de CO2 por avión al año
Conoce al equipo de ensueño
Vjosa Schmidt, directora comercial de Riblet Films de BASF, es una gran fan de la tecnología de la piel de tiburón. “Es una de las pocas invenciones en la industria de la aviación que reduce todas las emisiones relevantes para el clima, incluido el carbono, y reduce los costes”, enfatiza.
A pesar del título de Vjosa, no se aplica aquí ninguna distinción notoria entre empresarios y científicos. El equipo de piel de tiburón de BASF es un equipo muy unido, donde todos se sienten responsables del éxito del producto. “Todo gira en torno a la gente”, dice el Dr. Sebastian Hartwig, director de Functional Films. “Las personas son más importantes que la ciencia para hacer realidad la innovación”.
Y ambos tienen motivaciones muy humanas para querer que la aviación sea más sostenible. Vjosa lo expresa así: “Me encanta viajar y no creo que detenerme sea una solución. Creo en el desarrollo responsable”. Sebastian dice simplemente: “Tengo dos hijos y quieren crecer en un planeta próspero”.
En adelante: razones para ser optimista
El equipo de BASF cree que un mayor desarrollo de la tecnología de la piel de tiburón puede suponer un ahorro de combustible de hasta el 3 % para la industria de la aviación. Como resultado, se podrían evitar millones de toneladas de emisiones de CO2. Junto con Lufthansa Technik, el plan es desarrollar y certificar la tecnología para muchos otros tipos de aeronaves, y ponerla a disposición de más aerolíneas en todo el mundo.
Cuando se trata de protección climática, como los tiburones, este es un equipo que nunca dejará de moverse.